viernes, 3 de agosto de 2012

Acto de recordación del 60 aniversario del fallecimiento de Eva Perón


Jueves, 26 de Julio del 2012
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE RECORDACIÓN DEL 60 ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE EVA PERÓN, MERCADO CONCENTRADOR DE JOSÉ C. PAZ. 
Gracias, muchas gracias, compañeros y compañeras; amigos; hermanos y hermanas: aquí en este lugar, en este maravilloso lugar que inauguró él, se me agolpan…”nacional y popular, te juro que en los malos momentos los pibes siempre vamos a estar”… gracias, no me hagan llorar. 
En este lugar me vienen a la mente imborrables recuerdos y momentos, no solamente de aquí de este lugar maravilloso, de José C. Paz, donde siempre me han recibido como una más, y sepan que me siento una de ustedes más que cualquier otra cosa. (APLAUSOS). 
Me viene a la mente también, un momento muy importante, allá por el 25 de mayo del 2006, donde hicimos una inmensa movilización en la Plaza de Mayo y él habló. 
Recuerdo que empezó ese discurso muy emocionado, era la primera vez que hablaba en la Plaza de Mayo – creo que nunca más volvió a hacerlo – y dijo en sus primeras palabras: “y un día volvimos”.
Quería simbolizar en esas palabras a toda una generación, la mía, la generación del Bicentenario, la que teníamos 18; 19; 20 años y algunos más, cuando el General Perón retornaba a la Patria. 
Y lo habíamos traído, sí digo lo habíamos traído, porque fueron las grandes movilizaciones y luchas populares de los trabajadores, de los jóvenes, del pueblo argentino que se movilizó por el retorno de su líder. (APLAUSOS). 
Pero no volvimos para hacer cualquier cosa porque como él lo había marcado, el 25 de mayo del año 2003, no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno. Tal vez muy pocos creyeron en esas afirmaciones, tal vez muy pocos entendieron aquel 25 de mayo cuando dijo: “y un día volvimos”. 
Y es que volvimos para que ella, para que Eva Perón, que había prometido volver y ser millones cumpliera con su propia profecía de volver a una Argentina diferente. (APLAUSOS).
Hoy, como miembro de esa generación, que ayudó a que Perón retornara a la Patria, desde el llano y como militante quiero decir también que 30 años más tarde de aquel 73 Presidente y Presidenta ya no luchamos por el retorno de Perón, sino por el retorno eterno de Eva, que volvió en los millones de puestos de trabajo, que volvió en los millones de jubilados y pensionados que incorporamos y que año tras año a partir del 2003, han visto mejorar su situación, sus haberes. Volvimos a través de los cientos de miles de viviendas y soluciones habitacionales, ahí también está ella. 
Ella está en los 2 millones de netbooks que hemos entregado a nuestros estudiantes de las escuelas secundarias públicas. 
Ella ha vuelto en las diez universidades nuevas, que hemos inaugurado y también – como señalaba el Intendente – del presupuesto educativo más importante del que se tenga memoria; ella ha vuelto en la recuperación de los fondos de los trabajadores que habían sido privatizados, durante la época de los noventa. 
Y ahí sí que volvieron millones que tenían cautivos, pero los multiplicamos porque en poco más de 2 años, tenemos el doble o el triple de lo que habíamos recibido para que todo el pueblo argentino: jubilados, trabajadores, empresarios que reciben créditos y ayudas puedan sostener ese crecimiento maravilloso; ella ha vuelto – 60 años después – para incorporar a millones de pibes a la dignidad de la Asignación Universal por Hijo para que los padres no tengan que mendigar un guardapolvo o un par de zapatillas o un cuaderno para llevar a sus hijos a la escuela. (APLAUSOS). 
Ella ha vuelto en más de las 1.300 escuelas; ella ha vuelto en el millonario presupuesto para las universidades y para ciencia y tecnología.
Díganme si esa maravillosa Tecnópolis no es una moderna versión de la Ciudad de los Niños, díganmelo, acorde con los tiempos, acordes con la evolución. (APLAUSOS).  
Hoy llevamos superados más de un millón de visitantes en apenas diez días o menos de una semana en Tecnópolis. 
Es el lugar donde las familias argentinas con sus hijos van a disfrutar lo que hemos hecho los argentinos en estos 200 años de historia; ella también ha vuelto en los miles y miles de hombres y mujeres que han visto reconocida y recuperada su identidad con el matrimonio igualitario. 
¿Dónde creen que estaría Evita, con quién habría votado ella? (APLAUSOS).  
Ella que era la amazona de la libertad y de la igualdad por sobre todas las cosas porque había sufrido en carne propia la desigualdad y la pobreza y los prejuicios de una sociedad que muchas veces no entiende que alguien puede no pensar lo mismo, ser igual o sentir lo mismo, y sin embargo es un hermano, un hermana, un compañero o una compañera. 
Ella ha vuelto también en la dignidad de una Patria que ha dejado de ser colonia porque ella predijo que vamos a dejar de ser colonia, o la bandera flameará sobre sus ruinas.
Y déjenme decirles qué proféticas que resultaron aquellas palabras, que muchas veces las leemos y las repetimos. Ella dijo, en una oportunidad: “la Patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas”. 
Díganme ustedes si no recuerdan las imágenes del 2001, cuando se incendió el país, cuando bajo las políticas neoliberales y de subordinación al Fondo Monetario Internacional y a las indicaciones de afuera nos habían sumergido en la vergüenza de recibir, cada seis meses, la visita de un Virrey, que venía a decirlos lo que teníamos que hacer. (APLAUSOS).   
Si uno ve, si uno escucha, si uno tiene la capacidad de escuchar con sus propios oídos; más que mirar, la de ver con sus propios ojos las cosas que han pasado desde que ella no estuvo y lo que hemos logrado hasta ahora, díganme si no estamos haciendo las cosas para cumplir con ese legado y ese mandato histórico que ella le impuso a todo aquel que se dijera peronista. (APLAUSOS). 
Yo me siento realmente con la inmensa responsabilidad de conducir los destinos de la Patria, en momentos que no son fáciles. 
Pero no solamente no son fáciles por lo que pasa en el mundo, no son fáciles tampoco para mí en lo personal estar sin él, toda una vida al lado de alguien que fue algo más que tu marido, que era tu mejor amigo, que era tu mejor maestro, tu mejor compañero te dificulta muchas veces las cosas. 
Pero yo trato de hacer honor a lo que le prometí, allá en Calafate, muy despacito, cuando le dije: “no te voy a hacer quedar mal, no te voy a hacer pasar vergüenza”. (APLAUSOS).  Ese fue mi compromiso con él, porque él había dado todo, él te cuidaba.
Cuando, Mario, a veces me daba un poco de rabia porque yo decía “no me trates como si fuera una nena”, pero él me cuidaba permanentemente y le decía a todos los compañeros, como le decía a Mario y a otros compañeros, que son testigos, “cuídenla”. Porque su inmenso amor hacia mí, que fue tan grande como el que yo le tuve a él y que todo junto es el inmenso amor que le hemos tenido a nuestro pueblo, a nuestra patria, a nuestros compañeros desaparecidos. (APLAUSOS)
Ella también, que fue desaparecida, ella también que durante 18 años fue desaparecida también ha vuelto en la justicia, en la memoria, en la verdad que hemos puesto en la política de derechos humanos como uno de los pilares y que hoy nos muestra como ejemplo al mundo. (APLAUSOS)
Yo no quiero llorar, porque a los grandes no se los recuerda llorando; a los grandes se los recuerda combatiendo, trabajando y luchando por llevar adelante sus ideales. (APLAUSOS)
Esta Patria que hemos construido entre todos los argentinos y que es para todos los argentinos, aún para los que no están de acuerdo; porque lo maravilloso, lo distintivo, lo diferente de un proyecto nacional, popular, democrático y de inclusión social, es que incluye y beneficia aún a aquellos que lo critican y que lo boicotean permanentemente. 
Eso tiene de diferente cuando se milita y se participa de un proyecto nacional, popular y democrático. (APLAUSOS)
Pero déjenme decirles que si hay un lugar donde hoy la veo a ella, donde la veo más que nada es en los cientos de miles de jóvenes argentinos que se han incorporado a la política y que la llevan en su corazón, que la llevan en sus banderas, que la llevan estampadas en sus remeras, en los movimientos sociales juveniles, en las universidades, en los sindicatos.
Mario, Mario querido, no te preocupes por los saboteadores; siempre va a haber saboteadores de los procesos nacionales, populares y democráticos. Lo que nunca van a poder sabotear es la historia, porque la historia, finalmente, más temprano que tarde, termina haciendo justicia.
Y si no, mírenla a ella, esa mujer que hace 60 años pasaba a la inmortalidad, esa mujer que alguien pintó en las paredes de la vieja mansión Alzaga Unzué donde ella murió, “viva el cáncer”; la denostada, la malquerida, la vilipendiada, la injuriada hoy renace eterna en la memoria del pueblo y de la historia. 
No ya de la Argentina solamente, del mundo.
Si es el lugar que más vienen a visitar, si es el personaje que más les interesa, cómo ha podido derrotar a los insensatos, a los que quisieron desaparecerla, a los que la injuriaron.
Por eso tenemos que aprender a distinguir entre los tiempos biológicos y de la cronología de los tiempos históricos.
Yo hoy por la mañana leía muchas crónicas, hoy se escribieron en todos los diarios cosas muy lindas de Eva, todos, no había nadie, es imposible que hoy a 60 años…
Fíjense cómo los derrotó: a 60 años, ninguno de los que la insultaban y agraviaban pueden firmar una nota ni pueden decir nada porque ha sido reconocida por todos.
Por eso, me gustaría que algunos compañeros que escribieron hoy y decían de su breve vida, de su breve paso: si uno lo mide en términos biológicos, fue breve; pero la historia no se mide por los tiempos biológicos. 
La historia se mide por lo que cada uno de nosotros ha hecho cuando le ha tocado pasar por el mundo y esa mujer no tuvo 30 años o 33, esa mujer tuvo siglos porque fueron siglos de lucha por la libertad, por la igualdad, por la justicia social que ella supo interpretar y dar a su pueblo.
Por eso no hay que preocuparse, hay que ocuparse para no estar descuidados, eso sí, para no estar descuidados.
Pero no perdamos el tiempo en aquellos que por ambiciones, por limitaciones, no importa, no me gusta adjetivar y mucho menos en un día como hoy, no comprenden el curso de la historia. 
Y que cada uno de nosotros no va a ser juzgado por los titulares del diario de mañana, sino que va a ser juzgado definitivamente por la historia y por la memoria del pueblo. (APLAUSOS)
Ella pudo ganarle a la historia con la memoria del pueblo; ella es eterna y hoy venimos a homenajearla y repetirle única. 
Pero debemos aprender las lecciones que nos da la historia y saber que el camino que hemos elegido que es el de lograr que en la Argentina cada vez haya menos pobres, significa también enfrentar intereses.
Porque en la economía, como lo digo siempre, nada es neutro: lo que se le da a uno es porque lo pone otro. No hay ninguna otra fórmula posible.
Sepan que mientras las descalificaciones, las injurias o los agravios sean por este camino que hemos elegido, que es lograr ser más libres, más independientes, desendeudando al país como nunca nadie lo había hecho a partir de 1955, porque también, recordemos un poco la historia para los más jóvenes, entramos en el Fondo Monetario después del ’55, Perón nunca quiso formar parte de ese acuerdo. 
Por eso les digo que es la historia, precisamente, la que nos va a juzgar.
Y yo quiero convocarlos a todos, a convocarlos por el mensaje de unidos, organizados y solidarios, porque la unidad del pueblo argentino, que no es una unidad vacía y sin contenido, es una unidad con dirección, con sentido, la organización que no es contra nadie, sino es a favor del pueblo y la defensa de sus derechos y la solidaridad que es la base que debe unir a todos los trabajadores, que debe ser el horizonte y el punto de llegada, porque los que ya tienen un trabajo bueno y registrado, tienen que ayudar al otro hermano que todavía está recibiendo la Asignación Universal por Hijo, que todavía no está registrado y tenemos que aprender a ser solidarios, porque esa es la base sobre la que ella trabajó.
Ella siempre decía, sobre todo en la última etapa cuando escribió su libro “Mi mensaje”: 
“Por allí puedo entender –ella utilizaba mucho la palabra oligarquía- que la oligarquía no nos quieran o nos desprecien, pero lo que más me cuesta entender es cuando alguno de nosotros, venido de abajo, se junta frente y junto a los que siempre nos atacaron para, precisamente, socavar la unidad de este movimiento”.
Pero bueno, tenemos que ser fuertes, manejar nuestras palabras y también manejar nuestros silencios, que suelen ser también muchas veces más elocuentes que las palabras.
Por eso, yo quiero decirles a todos juntos hoy aquí, no solamente a los que integran el movimiento peronista, sino a todos los argentinos como Presidenta de los 40 millones de argentinos, que en ese billete en el que ayer por primera vez la imagen de una mujer, de esa mujer en el reverso de ese billete, dice “en unión y libertad”. 
Y entonces, unidos y organizados, solidariamente en unión y en libertad, sentiremos que ella ha cumplido su legado histórico y es más eterna que nunca a 60 años de haber pasado a la inmortalidad.
Gracias compañeros, el mejor homenaje que le podemos hacer a Eva es militar y trabajar incansablemente por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.
Gracias José C. Paz, gracias provincia de Buenos Aires, gracias Argentina, gracias a todos, los quiero mucho. (APLAUSOS)    



miércoles, 16 de mayo de 2012

Acto de inauguración del Salón Eva Perón de Casa de Gobierno


Martes, 8 de Mayo del 2012
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL SALÓN EVA PERÓN, ANTIGUO DESPACHO QUE OCUPÓ EVA PERÓN EN CASA ROSADA. 
Muy buenas tardes a todos y a todas. Hoy nos acompaña un público muy diverso, muy plural, como es la Argentina. Nos acompañan Madres, Abuelas, actrices, actores, dirigentes de movimientos sociales, ciudadanos, creo que está entre nosotros Angela Gravier. Esta señora, Angela Gravier, es la que nos trajo la boina de Evita que se exhibe aquí, original. Me llegó hace unos días en una caja muy primorosa, primero me dije ¿será, no será? 
La mandé llamar a María Cristina Alvarez Rodríguez, la sobrina nieta de Eva Perón, directora del Museo Evita, a mí me parecía que era verdadera porque la etiqueta era de una casa que ya no existe, sobre la calle Juncal, y el papá de Angela trabajaba con Eva y fue Eva la que le dio a él en un momento, como un recuerdo de su afecto, de su cariño, esa hermosa boina, que lucía junto a ese vestido también original de Eva, a lunares blancos, y zapatos originales, en muchos acontecimientos, algunos de los más conocidos fueron acontecimientos deportivos.
Cuando le contaba esto a mi hija, dijo ¿una señora así y asá? Porque se acordaba de haberla cruzado en la Plaza de Mayo el día del festejo de las elecciones. 
“Ella me decía un montón de cosas, mamá, de vos, de papá, y yo no sabía qué decirle”, contaba mi hija, que tiene grabado en su celular el nombre y allí fue cuando confirmamos que era la misma persona. Así que muchas gracias por entregarle a los argentinos este recuerdo.
También nos acompañan mujeres que han hecho de Eva, Esther Goris y Julieta Díaz, en dos fantásticas películas, una Desanzo y la otra de Paula Luque. Igualmente nos acompaña la mamá de Leonardo Sbaraglia; le voy a pedir perdón porque debería haberle preguntado el nombre. Mi cuñada Alicia Kirchner, ¿está por acá? No vino, ah, está en Santiago del Estero, trabajando como corresponde. 
Ella estuvo este fin de semana viendo la obra en que hace de Eva, Roxana Randon, para quien pido un aplauso, y dice que lo más impactante es cuando la obra termina porque uno tiene la sensación -por lo menos es lo conmocionante- de estar frente a Eva Perón. Es lo que hacen los actores, conmocionar, conmover e identificar al personaje definitivamente. 
Como lo hizo Julieta, como lo hizo Esther, impresionante, como seguramente lo está haciendo ahora Elena Roger, otra fantástica actriz argentina, en una ópera más controvertida, pero lo importante es la actuación fundamentalmente, que es lo que uno rescata.
¿Cómo fue esto? Quisimos hacerle el homenaje a Eva el día de su nacimiento, porque siempre la recordamos en el día de su muerte y yo creo que es importante recordarla en el día que nació, el 7 mayo. 
Y como ustedes verán hemos reconstruido lo que era esto originalmente, cada uno de los escudos de las provincias argentinas, este lugar va a contar también con un inmenso escritorio que por obvias razones no lo pusimos hoy porque sino no podíamos haber desarrollado el acto, y cuenta en la antesala de lo que era su despacho con el hogar original que estaba en la mansión Alzaga Unzué, frente a plaza Francia, donde hoy está la Biblioteca Nacional, que luego del golpe del 55 fuera destruida, fuera derrumbada para que no quedaran rastros. ¿Qué tontería no? Qué tonta que es la gente, alguna, no toda por supuesto. 
Levantan muros o prohíben cosas creyendo que con eso se puede destruir una historia que ha construido el pueblo, junto a los políticos y demás. Como si fuera tan fácil, destruir algo para que uno se olvide, ya no tendríamos país con todo lo que han destruido.
Pero acá estamos los argentinos de pie, erguidos. Y junto a este lugar está el Salón de los Científicos, que es otro lugar histórico del siglo pasado, pero tienen algo en común estos dos lugares. 
Por esas raras cuestiones de la historia, de la vida, coincidencias, yo tengo muy presentes esas cosas, este balcón, el de su escritorio, fue el balcón donde ella habló por última vez, donde aparece sostenida prácticamente por Perón y con la figura de la enfermera atrás; este fue el balcón, este pequeñito de acá, de su despacho. Y el balcón de al lado, el del Salón de los Científicos, es el balcón donde habló Perón por última vez también el 12 junio. 
De eso sí me acuerdo porque yo estaba la plaza con mi madre. ¿Te acordás que habíamos entrado por Banco Nación? 
Habíamos llegado casi a la pirámide y cuando Perón salió al balcón, había una suerte de valla policial sobre Balcarce, dio orden de que esa valla se levantara y creo que vine desde el medio de la plaza hasta aquí abajo prácticamente sin tocar el piso, en el aire, y fue la vez que estuve más cerca de él, recuerdo todavía que llevaba una especie perramus a cuadritos con un cuellito de piel. ¿De terciopelo era mami? Vos tenés más memoria que yo, y eso que pasado mañana cumplís 83 años. Claro, porque ella es del 29 y evita del 19, son 10 años justos, por eso nunca me equivoco en los cálculos.
Pero la verdad es que estamos muy contentos porque esto es parte de la historia de los argentinos. De los argentinos, independientemente del lugar o de la ideología o del partido en que cada uno milite. 
Yo siento que Eva es inclusive más que de los argentinos, es un personaje, es un icono que nos identifica en todo el mundo y creo que bien merecido lo tiene. 
Y además era una actriz, para este día de actores y actrices, ella empezó como actriz, lo que nunca imaginó tal vez es que su mejor papel no iba a ser sobre un escenario o en un film sino en la historia, que es el más difícil de todos, sin menospreciar a nadie. Es el más difícil de todos y el que más amarguras trae y arrastra para siempre en la vida de las personas.
Pero no quiero ponerme triste en un día como hoy en el que estamos recordando su natalicio y estamos inaugurando este hermoso lugar. Quiero también aprovechar esta oportunidad para felicitar al pueblo de Francia, al nuevo gobierno, porque la verdad que todo acto democrático, toda democracia que se ejerce como tal y una voluntad popular claramente expresada, debe ser saludada, felicitada y además realmente nos parece muy interesante la postura del nuevo presidente de Francia acerca de la necesidad de crecimiento y generar empleo como uno de los dos instrumentos para afrontar la crisis y no el ajuste. Así que bienvenido sea y ojalá que pueda actuar y pueda articular con los otros miembros de la Unión Europea, y dentro de la Unión Europea con el G-20,  y podamos entre todos hacer las cosas que venimos nosotros diciendo que deben hacerse hace bastante tiempo.
También y para finalizar -porque no quiero extenderme demasiado, están todos muy apretujados aquí y sé que se tienen que ir muy temprano porque hay muchos actores que deben ir a sus funciones y no quiero poner nervioso a nadie- quiero decir algo que tiene que ver con nuestros sentimientos más profundos, como son nuestras islas Malvinas, porque algunos parece que se hicieron los ofendidos por un corto que refleja los sentimientos de los argentinos, que para nada es agraviante; agraviante es depredar los recursos; agraviante es apoderarse de lo que no es de uno; agraviante es no respetar las resoluciones de las Naciones Unidas; y no respetar la memoria de los muertos es mandar a morir a más. 
Yo creo que no hay mejor manera de honrar a los muertos en una guerra que trabajar en construir la paz y fundamentalmente no mandar a morir a nadie más a otras guerras. 
Así que yo creo que en definitiva esos son ejercicios de políticas locales que tratan de ocultar lo inocultable, el ejercicio del colonialismo en pleno siglo XXI, el incumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, las provocaciones de enviar destructores y decir cada dos minutos que hay un destructor, el más moderno, a pocos kilómetros de las Malvinas; el seguir apoderándose de nuestro petróleo, de nuestros peces. 
Eso sí que es provocación, eso sí que es violación a las leyes, eso sí que es agravio. Pero a nosotros nada ni nadie nos hará salir de nuestra práctica, de nuestra política y fundamentalmente de nuestras palabras y de nuestras actitudes. 
Actitudes que tienen que ver con estar siempre dispuestos al diálogo, siempre reclamando el cumplimiento de la resolución de Naciones Unidas, porque creemos firmemente en el multilateralismo. 
Creemos que todos aquellos que haciendo uso del privilegio que les otorga ser miembros permanentes del Consejo de Seguridad se dan el lujo de no cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas, están haciendo un inmenso mal al multilateralismo pero por sobre todas las cosas a la seguridad del mundo.
Y además, como dijera el Canciller, la creatividad no puede ser condenada, la creatividad debe ser aplaudida, debe ser reconocida, sobre todo cuando además de creatividad refleja los sentimientos y la verdad, porque en definitiva es la verdad, no estamos diciendo más que la verdad. 
Quería decir esto para terminar con alguien que quiso polemizar, hacer toda una cuestión de provocación sobre lo que es realmente un excelente mensaje, hecho por argentinos pero desde una compañía inglesa. 
Como verán los ingleses también necesitan recurrir a la creatividad de los argentinos para hacer cosas inteligentes, así que felicitaciones al creativo que refleja una vez más la calidad de nuestros publicistas, de nuestros actores, de nuestros directores, de nuestros guionistas, en fin, de lo que somos culturalmente, un faro muy importante en América Latina, y en este lugar donde también una mujer, que fue protagonista de la historia, antes fue protagonista de películas y radioteatros. Después eligió, o la historia la eligió a ella, uno nunca sabe cómo es eso. 
Yo creo que se autoeligieron ella y la historia para ser ambas protagonistas de un pueblo feliz. Muchas gracias y buenas tardes a todos y a todas.

lunes, 1 de agosto de 2011

Acto de inauguración del retrato de Evita

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL RETRATO DE EVITA, EN LA FACHADA DEL EX MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS, EN LA C.A.B.A.


Muchas gracias a todos, muy buenas noches a todos y a todas: la verdad que esta va a ser para todos, al menos para mí, una noche absolutamente inolvidable.

El 8 de marzo del Año del Bicentenario declaramos a Evita, a Eva Duarte de Perón la Mujer del Bicentenario y presentamos, en el Salón de las Mujeres Argentinas, en la Casa Rosada, la maqueta de lo que hoy estamos viendo aquí hecho y construido con inmenso amor, con inmenso respeto a la historia y a la cultura.

Porque no es solamente una representación política, Eva Perón es una auténtico ícono histórico y cultural de todos los argentinos..

Y quisimos hacerlo, aquí, en su lugar; yo me acuerdo que había estado en Cuba, en enero de 2009, y en el homenaje en la Plaza de la Revolución, a José Martí vi la imagen del Che, representado en el ministerio en que él trabajaba, y allí me vino a la cabeza cómo es posible que una sociedad homenajee a un hombre que no es de su país y nosotros no tengamos un homenaje a una mujer que significó no solamente el ingreso de las mujeres a la política argentina, no solamente la revolución social más importante de nuestro país, sino también que asumió sin cortapisas, sin dobleces la representación del pueblo y de la Patria, tal vez, con más pasión y amor que nadie.

Y allí como con todas las cosas que a veces se me ocurren, empecé a hablar con el Secretario General de la Presidencia, con Parrilli, que me sigue con el Bicentenario y con todas estás cosas y allí contactamos con un artista que también, por otro lado, había imaginado esto mismo, sin conocernos los dos, junto también a Daniel Santoro, a quien primero convoqué y a Mármora, el otro hombre que imaginó esto que estamos viendo aquí, y pudieron plasmarlo y ejecutarlo.

Yo les pedí que las luces fueran de color ocre, representando el sol de la bandera y que los pilares que la sostuvieran fueran la bandera de la Patria.

También elegí las dos fotos de Evita, las dos imágenes de Evita; uno cuando ve esta Evita es como si viera el libro “La razón de mi vida”. Esa fue la primera imagen que esta Presidenta, siendo muy chiquita, vio de Evita; la encontré revolviendo los cajones de mi abuelo que guardaba como un tesoro un libro rojo de tapas duras, junto a la libreta de afiliado peronista, y la primera página que uno abría decía:

“La razón de mi vida”, y en la otra página estaba esto que no era una fotografía, era casi una pintura.

El libro – lo recuerdo como si fuera hoy – de fotos en blanco y negro, de papel brillante, pero ella estaba en una foto casi en colores, casi pintada.

Esa fue la primera imagen, fue la Evita que conocieron millones de trabajadores cuando creó los derechos más importantes para los niños, para los trabajadores, para los ancianos, fue la Evita hada, fue la Evita dadora de dones y generosa.



Por eso la quise mirando al Sur, hacia las fábricas, hacia esos puentes donde, seguramente, miles de trabajadores cruzaban un 17 de octubre para liberar a Perón.

Esta Eva hada tenía que mirar hacia el Sur.

Y también, la Eva profunda, la Eva política, la Eva combativa, la Eva que se envolvía en la bandera y ofrecía generosa su vida, consumiéndose.

Y yo la verdad que cuando recién escuchaba la voz de este locutor que, tal vez, cuando dijo: “su pase a la inmortalidad”, no pensó el exacto sentido de esas palabras y que más que una presentación, estaba afirmando escribiendo una verdad histórica: el pase a la inmortalidad.

Porque ella, la más odiada, pero la más amada; la más agraviada, insultada y descalificada, pero la más venerada; la más vejada, pero hoy eternamente victoriosa, mirando a la historia definitivamente, con el amor de su pueblo y el reconocimiento, me atrevería a decir, sin temor a equivocarme, de todos los argentinos.

Porque de algo no se puede dudar y es, precisamente, de su dimensión histórica, política humana y cultural.

Para terminar, queríamos hacer este homenaje en este lugar, donde hace muchos años, 60 años, que van a cumplirse en este octubre del ’51, cuando le vinieron a ofrecer más de 2 millones de trabajadores la vicepresidencia del país, si alguien merecía eso y mucho más, era esta mujer.

Esa mujer, como muchos le decían, y que hoy, desde el fondo de la historia, nos enseña que nada se obtiene sin sacrificio, que enfrentarse, como decían recién las imágenes que veíamos, a los poderosos, tiene un precio, que defender a los humildes y a los que menos tienen, cuesta caro.

Y ella, pagó con su vida gustosa el precio de ser recordada para siempre como la abanderada de los humildes, como una humilde mujer del pueblo, Evita, como se recuerda a las grandes.

Hoy queremos rendirle homenaje en nombre de todas las mujeres, porque ella nos abrió las puertas a todas.

En nombre de los jóvenes que levantan su nombre como bandera y lo llevan a la victoria, en nombre de los millones de trabajadores que han recuperado sus puestos de trabajo, en nombre de los productores, de los empresarios, de los intelectuales, de los científicos, de los estudiantes, de todos los argentinos que confían que una patria mejor merece y puede ser construida por el aporte de todos los argentinos.

Que sea símbolo de unidad, que sea el símbolo de superar viejas antinomias y que desde la historia nos enseñe que es necesaria la unidad nacional, la unidad de todos los argentinos para lograr los grandes objetivos.

Muchas gracias a todos, gracias a los artistas que hicieron posible esta maravilla; gracias a los hombres y mujeres que trabajaron incansablemente.

Este ícono es para todos los argentinos, es también para la ciudad de Buenos Aires, la ciudad donde ingresaron miles de trabajadores un 17 de octubre y donde las despidieron millones de argentinos un 26 de julio como hoy hace exactamente 59 años.

Muchísimas gracias, los quiero mucho. Muchas gracias a todos y a todas.


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